Se acerca Navidad.

Una fecha del año muy bonita, que independientemente de la Fe de cada uno, nos moviliza, nos llena de nostalgia y nos proyecta al comienzo de un nuevo año.

Puede haber sido un 2024 “duro”, de nuevas experiencias y grandes reconstrucciones en tú vida, manifestando emociones que tal vez ni siquiera sabias que existían, descubriendo nuevos límites superados en ti, encontrando nuevas formas de habitar tú cuerpo y tú vida.

Si llevas tiempo con este diagnóstico, te das cuenta que pudiste lograrlo un año más, si recién comienzas, te das cuenta del verdadero valor y sentido que tiene tú vivir, y agradeces, con llanto, con deseos de que ya se supere, con nostalgia de lo que no es y con cautela ante lo que será.

Hoy, adentrándonos a la última quincena del año y en este tiempo donde la “magia” ocurre, quiero hacerte llegar un regalo especial, que me acompaña hace unos 11 años, que más allá de la creencia, lo místico, lo espiritual, es un regalo muy lindo para desarrollar la contemplación, la compasión, la gratitud, el ofrecimiento, en síntesis, el Verdadero Amor.

El ritual que te ofrezco, se lo conoce con diferentes nombres: “Carta de Navidad”, “Invocación de Nativitas”, “Lis ciclos”, “solsticio de verano”, “solsticio de invierno” y mucho más; lo importante es que te regales un día en este tiempo, en preferencia el 21 de diciembre, para poder hacer y ofrendar un pequeño ritual.

Vas a preparar el espacio, un lugar limpio e iluminado, puedes pones algún aroma especial que te agrade, porqué no algún sahúmo que purifique o conecte con lo divino, vas a poner una vela, agua, algún elemente que represente la tierra y el aire para ti, reconociendo la integridad con la naturaleza, puedes incluso poner una música relajante o agradable para ti.

Con papel y lápiz en mano, vas a tomar unos segundos para respirar profundo, dejar ir tensiones, preocupaciones, vas a conectar con el momento presente, vas a abrir tu corazón y desde lo más profundo de ti, vas a comenzar a escribir esta carta especial:

(NOMBRE) LUGAR DONDE VIVES, PAÍS, PLANETA, escribo estas palabras para el buen uso de esta forma divina acompañado de la máxima evolución para todos.

Bendigo la gracia y la providencia que me otorga lo que pido y me reconozco y me bendigo como manifestación humana de grandeza y divinidad. Yo soy uno con el universo, Dios, la fuente de energía pura.

Gracias, hecho está.

LUEGO PROSIGUES CON LAS PETICIONES, LAS MISMAS PUEDEN SER DE TODO ORDEN, ESPIRITUALES (SALUD, ARMONÍA EN LA PAREJA, REALCIONES LABORALES, TRANSFORMACIÓN DE MALOS HÁBITOS ETC.), COMO MATERIALES.

EL ORDEN EN QUE SE ESCRIBEN ESAS PETICIONES ES EL SIGUIENTE:

1.       Pedidos por la humanidad.

2.       Pedido por la salud.

3.       Pedidos por nuestros familiares y amigos cercanos.

4.       Pedidos por nuestras peticiones personales.

TODAS ESTAS PETICIONES SE DEJAN DEBAJO O CERCA DE LA VELA HASTA QUE SE CCONSUMA, LUEGO SE GUARDA EN UN LUGAR PRIVADO, PARA VOLVER A LEERLA EL AÑO PRÓXIMO, AGRADECER LO QUE FUE, QUEMARLA Y VOLVER A ESCRIBIR LA NUEVA CARTA.

 

Deseo que te guste realizar este pequeño ritual, recuerda que la gratitud y la compasión, abren puertas abundantes en tú vida.

 

María

 

 

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